Obama reconstruye la esperanza y hace historia con su reforma sanitaria

Posted: lunes, 22 de marzo de 2010 by Carlos L. Hernando in
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"No rehuimos nuestras responsabilidades, las abrazamos. No nos acobardamos ante el futuro, le hemos dado forma"
-Barack Obama en su discurso tras la aprobación de controvertida reforma

Y parece que realmente lo ha hecho. En una histórica votación que marca un punto de inflexión en su mandato (21-M en nomenclatura político-artificiosa), los demócratas sacan adelante la reforma en la Cámara de Representantes con 219 votos a favor (216 eran necesarios para ganar, la mitad más uno) y 212 en contra gracias a un acuerdo de última hora de Obama con los demócratas católicos contrarios al aborto. El precio de su apoyo ha sido, como era previsible, que Obama se comprometiera a firmar una orden presidencial garantizando que no se usarán fondos públicos para estas intervenciones.

Pese a que el aborto queda relegado a la gente que pueda pagarlo, lo que supone una diferencia flagrante dentro de la sociedad norteamericana, supone un salto hacia adelante muy importante para EEUU, cuyos ciudadanos se igualarán al resto de países democráticos desarrollados. Considero el tema del aborto demasiado extenso y complejo como para tratarlo en esta entrada en profundidad, pero diré que me parece que es un tema del que se habla sin estudiarlo a fondo y que crea un fanatismo desmesurado e ilógico, sobretodo en un país de política marcadamente expansionista como EEUU.

La respuesta de la oposición republicana no se ha hecho esperar. "Esta guerra no ha terminado" amenazaba el líder republicano en la Cámara de Representantes John Borhner. Sin embargo, los republicanos poco pueden hacer salvo retrasar el proceso en el Senado, pues la ley ya es imparable y sólo le resta ser firmada por el presidente. Aún así no se cansaron de advertir que el público reaccionaría en contra. Curioso, teniendo en cuenta que se trata de un país con 46 millones de personas sin seguro médico, aunque lógico, ya que el poder del lobby de las aseguradoras y farmacéuticas estadounidenses tiene una gran influencia y siempre subyace la arcaica paranoia de la amenaza comunista. Estos dos factores ya habían tumbado los esfuerzos de otros presidentes por llevar a cabo reformas similares (como es el caso de Truman, Clinton o incluso Nixon).

Ahí está precisamente la trascendencia del logro de Obama, que ha visto como durante todo este año su prestigio ha ido cayendo mientras trataba de sacar adelante una reforma que no llegaba a cuajar. Personalmente, yo también estaba perdiendo la esperanza en Obama. Recuerdo cuando ganó las elecciones. El primer presidente americano negro, la caída de Bush. Sin embargo, un 2009 vacío, unido a un Premio Nobel que, a mi entender, se merecía Vicente Ferrer, me hicieron pensar que La figura de Obama no era sino la imagen de marca más brillante jamás creada para una campaña política. Pero nada más. Pero tampoco hay que ser demasiado duros con Obama. Por muy idealista que sea (no tiene por qué ser fingido) un cambio de presidente no significa un cambio de paradigma. Ha tenido que poner en juego su propia carrera por la reforma, mientras escasos miembros de su partido (los republicanos se opusieron todos desde el principio hasta el final) corrían el riesgo junto a él. Todo a golpe de voluntad.

Veremos en qué acaba todo esto. Y no me refiero a la reforma en sí, que supongo que excepto desastre de gran envergadura seguirá adelante, sino de la presidencia de Obama. ¿El 21-M le otorgará la fuera y la experiencia que necesita para dirigir el país más poderoso del mundo incluso en contra de su propio partido? Me reitero, ya veremos. Recordemos que también tenía que arreglar el conflicto palestino-israelí. De conseguirlo, sí que se convertiría con derecho propio en todo un sueperhéroe. Pero lo dudo mucho, aunquesto no me hace perder la esperanza en Obama, dado que creo que sólo el tiempo (mucho mucho tiempo, no creo que esté vivo para entonces) puede arreglarlo. Pero nunca se sabe.

Quería terminar esta entrada mencionando un nombre: Nancy Pelosi. Si antes dije que Obama había jugado sin el apoyo de los suyos, esta mujer, presidenta de la Cámara de Representantes Norteamericana, ha sido la gran excepción; luchando incansable contra todos los escollos que ha encontrado la reforma, buscando los apoyos voto a voto y enemistándose con quien hiciera falta. De hecho es la figura más odiada por los conservadores. Más que el presidente incluso. Mi enhorabuena para ella, pues su colaboración ha resultado determinante.

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